Es una de las denominadas “enfermedades raras” debido a su baja incidencia (3-4 casos nuevos por millón de habitantes) y prevalencia (40-70 casos por millón). Se estima que en España existen unas 2.500 personas con acromegalia.
Esta enfermedad puede reducir el tiempo y la calidad de vida de una
persona.
CAUSAS
Casi siempre la causa es un tumor en la hipófisis, el cual en la mayoría
de los casos es benigno. La hipófisis es una glándula situada en el interior
del cráneo que regula la producción de muchas de nuestras hormonas, por lo que
tiene una función importante en el equilibrio de nuestro sistema endocrino.
Este tumor hace que se segregue un exceso de de la hormona GH (Growth Hormone),
que a su vez pasa a la sangre y llegue a huesos y músculos donde produce
efectos específicos. También este alto nivel de GH incrementa el nivel de otra
hormona la IGF-1
(Insulin like Growth-Factor), que se produce en el hígado.
Cuando se altera la hormona del crecimiento, se habla de acromegalia, y
si el exceso de hormona del crecimiento se diera en edades tempranas se habla
de gigantismo.
SÍNTOMAS
Los síntomas y los cambios físicos suelen aparecer de forma paulatina y
lenta, con lo que es frecuente que las personas del entorno del paciente no
perciban sus cambios. Es por ello que el diagnóstico de la enfermedad suele
tardar muchos años, entre 10 y 15 años. Los síntomas pueden ser:
1. Por los efectos compresivos
del tumor:
Dolor de cabeza y alteraciones visuales (si el
tumor presiona el nervio óptico).
2. Por el exceso en la
secreción de hormona del crecimiento.
Crecimiento en exceso de extremidades,
agrandamiento de las manos, agrandamiento de la mandíbula, agrandamiento de los
huesos faciales, dientes separados, engrosamiento de los labios y de los rasgos
faciales.
3. Otros síntomas que pueden
hacerse presente son:
Sudor en exceso, adormecimiento o ardor en manos
y pies, elevación de azúcar en sangre, síndrome del túnel carpiano, posibles
problemas coronarios (agrandamiento, ataque o fallo del corazón), hipertensión,
artritis, bocio (por agrandamiento de la tiroides), fatiga, apnea del sueño,
trastornos menstruales, disminución del deseo sexual y problemas psicológicos.
DIAGNÓSTICO
Para diagnosticar la
Acromegalia se puede realizar un análisis de sangre donde se
revisa el nivel del factor IGF-1, ya que este se relaciona con la hormona GH.
También se puede medir el nivel de GH mediante un examen de tolerancia a
la glucosa oral.
TRATAMIENTO
El fin de los tratamientos es normalizar los niveles de GH y de IGF-1 en
sangre.
Si existe el tumor en la hipófisis y extirpable esta sería la primera a
tomar, aún así puede que se hiciese necesario radiar al hipófisis (tratamiento
muy lento pero efectivo en el tiempo) y/o tomar medicación (que surte efecto
temporalmente aunque no cure la enfermedad).
Aquí os mostramos un video muy interesante de una afectada por ésta enfermedad:
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